La tristeza más grande vivirá por siempre conmigo
Las lágrimas serán mi consuelo de haberte tenido
Hay dolor que no tiene comparación
Y te busco en la sonrisa
Dócil e ingenua de la brisa
En los amaneceres
Cuando el sol brilla con más intensidad
Cuando las tardes se hacen largas
Debajo de aquellos árboles que te brindaron su suave sombra
Y te busco en la tibieza de la fina mañana
Cuando al despertar mi voz te nombra
Mi respiración se acelera pronunciando te amo
Y te busco al sonido del silbido del viento
Al revolotear las aves
Cuando pasan alegres anunciando el día
Y te busco en cada suspiro de la luna
Cuando anochece anunciando el fin del día
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