jueves, 22 de octubre de 2015

La tristeza más grande vivirá por siempre conmigo 
Las lágrimas serán mi consuelo de haberte tenido 
Hay dolor que no tiene comparación


Y te busco en la sonrisa 
Dócil e ingenua de la brisa 
En los amaneceres 
Cuando el sol brilla con más intensidad 
Cuando las tardes se hacen largas 
Debajo de aquellos árboles que te brindaron su suave sombra
Y te busco en la tibieza de la fina mañana
Cuando al despertar mi voz te nombra
Mi respiración se acelera pronunciando te amo
Y te busco al sonido del silbido del viento
Al revolotear las aves
Cuando pasan alegres anunciando el día
Y te busco en cada suspiro de la luna
Cuando anochece anunciando el fin del día

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